El mundo laboral está en constante cambio y evolución, en este escenario, el aprendizaje permanente se vuelve una necesidad y una ventaja competitiva, tanto para las organizaciones como para los trabajadores. Por eso, conceptos como upskilling y reskilling son claves en la gestión del talento.

Pero, ¿qué significan exactamente estos términos y por qué son tan importantes? En este artículo te lo explicamos.

¿Qué es el upskilling?

El upskilling es un anglicismo que hace referencia a la formación de un profesional en nuevas habilidades y competencias que le permiten crecer en su rol actual, mejorando su productividad en el propio puesto o facilitando la promoción interna en la empresa.

A través de las acciones de upskilling los trabajadores mejoran su rendimiento y adquieren una importancia estratégica para la organización, que no querrá prescindir de su talento.

El upskilling suele estar relacionado con el desarrollo de habilidades digitales, tecnológicas o innovadoras, que son las más demandadas en el mercado actual. Sin embargo, también puede incluir otras competencias transversales o soft skills, como el pensamiento crítico, la comunicación, el trabajo en equipo o la inteligencia emocional.

¿Qué es el reskilling?

El reskilling es otro anglicismo que hace referencia al reciclaje profesional, es decir, a la capacitación de un trabajador para otro puesto, a través de la dotación de nuevas habilidades y competencias.

Este proceso suele llevarse a cabo cuando se necesita cubrir una vacante para la que no se encuentran candidatos o cuando se quiere reubicar a un profesional que ha quedado obsoleto o desplazado por los cambios en el mercado.

En este caso, la empresa puede optar por retener a un profesional que ha demostrado su eficiencia en otra posición, capacitándolo para la nueva disciplina. De esta forma, se aprovecha el conocimiento y la experiencia previa del trabajador, se reduce el tiempo y el coste de contratación y se fomenta la lealtad y el compromiso del empleado.

El reskilling también suele estar enfocado en el desarrollo de habilidades digitales o tecnológicas, pero puede abarcar otras áreas de conocimiento según las necesidades de la empresa o del profesional.

Diferencias entre upskilling y reskilling

Upskilling y reskilling son dos términos relacionados con la formación y el desarrollo de habilidades laborales, pero se refieren a cosas diferentes. El upskilling se trata de mejorar tus habilidades existentes, mientras que el reskilling se trata de adquirir habilidades completamente nuevas para cambiar de carrera o adaptarte a los cambios en el mercado laboral.

La diferencia entre ambos conceptos está en el objetivo de la formación: mientras el upskilling busca enseñar a un trabajador nuevas competencias para optimizar su desempeño; el reskilling busca formar a un empleado para adaptarlo a un nuevo puesto en la empresa.

¿Por qué son importantes el upskilling y el reskilling?

El upskilling y el reskilling son prácticas importantes en el mundo laboral actual porque permiten:

• Aumentar la empleabilidad y la competitividad de los profesionales, al dotarlos de las habilidades más demandadas y valoradas en el mercado.
• Mejorar la productividad y la innovación de las empresas, al contar con trabajadores más preparados, motivados y comprometidos con su desarrollo profesional.
• Reducir la brecha digital y la obsolescencia laboral, al facilitar la adaptación a los cambios tecnológicos y a las nuevas formas de trabajo.
• Retener y atraer el talento, al ofrecer oportunidades de crecimiento, aprendizaje y movilidad interna a los trabajadores.
• Ahorrar costes y tiempo, al aprovechar el potencial de los profesionales internos y evitar la rotación o la contratación externa.

¿Cómo implementar el upskilling y el reskilling en tu empresa?

Para implementar el upskilling y el reskilling en tu empresa, es necesario seguir una serie de pasos:

• Analizar las necesidades actuales y futuras de tu negocio, identificando las competencias clave para el éxito de tu estrategia y los posibles gaps o carencias en tu plantilla.
• Evaluar el nivel de habilidades de tus trabajadores, mediante herramientas de diagnóstico, feedback o autoevaluación, para detectar sus fortalezas y áreas de mejora.
• Diseñar planes de formación personalizados y adaptados a los objetivos de cada profesional, teniendo en cuenta sus intereses, preferencias y disponibilidad.
• Elegir los métodos y formatos de aprendizaje más adecuados, aprovechando las ventajas de la formación online, gamificada, colaborativa o basada en proyectos.
• Medir el impacto y el retorno de la inversión de las acciones formativas, utilizando indicadores como el nivel de satisfacción, el grado de adquisición de las habilidades, el rendimiento laboral o el clima organizacional.

De esta forma, upskilling y reskilling son claves en la gestión del talento en la era digital. Ambos implican la formación continua de los profesionales en nuevas habilidades y competencias que les permitan adaptarse a los cambios del mercado y crecer en su carrera.

Las empresas que apuestan por el upskilling y el reskilling de sus trabajadores obtienen beneficios como mayor productividad, innovación, retención y atracción del talento. Para ello, es necesario analizar las necesidades del negocio y de los profesionales, diseñar planes de formación personalizados y medir los resultados.

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