El desafío principal de enfocarse en objetivos laborales es dejar de asociar la productividad con las horas dedicadas al trabajo, ya que el rendimiento está vinculado a un uso eficiente del tiempo.

En el contexto actual, donde se debate la reducción del horario laboral, el enfoque en objetivos se ajusta perfectamente a esta filosofía. Diversos estudios muestran que disminuir las horas de trabajo puede elevar la productividad al mejorar la concentración, la creatividad y el bienestar general de los trabajadores.

Sin embargo, la reducción de la jornada laboral debe complementarse con estrategias que aumenten la productividad y perfeccionen el modelo de gestión del rendimiento en línea con los objetivos empresariales.

El modelo de trabajo por horas se originó durante la revolución industrial, donde la productividad se medía por la cantidad de horas trabajadas realizando la misma tarea repetitivamente, sin importar el rendimiento por hora, lo que llevó al modelo de línea de producción centrado en la cantidad de productos finales. En cambio, el concepto de trabajo por objetivos se introdujo en 1954, pero no fue hasta la popularización del trabajo remoto que se empezó a considerar seriamente el trabajo basado en metas.

Esta metodología facilita la evaluación de los recursos utilizados en cada tarea y permite un seguimiento objetivo del avance de cada trabajador, equipo, departamento y de la empresa en su totalidad. Trabajando bajo objetivos, los empleados no están sujetos a un horario fijo, sino a la consecución de metas, siendo remunerados por lograrlas, independientemente del tiempo que requieran.

Estrategias para implementar el trabajo por objetivos

• Los objetivos deben ser realistas: las tareas deben ser alcanzables en el tiempo pactado y con los recursos disponibles.
• Fijar KPI’s: es crucial poder evaluar el impacto de estos objetivos en las metas corporativas, lo cual facilita su ajuste y mejora las probabilidades de éxito.
• Establecer fechas limite: se debe establecer un plazo para lograr las metas, para evitar que se conviertan en objetivos perpetuos. Debe haber una fecha específica de inicio y una estimación de cuándo se lograrán.
• Relevancia: Es esencial preguntarse ¿es lo propuesto importante, relevante o útil? y ¿por qué deberían los empleados esforzarse en alcanzar dichos objetivos de la forma más eficiente posible?, así se asegura que las actividades realizadas estén ligadas con los objetivos.

México, dentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), es el país donde los trabajadores acumulan más horas anuales, sumando 2,148, lo cual reduce su tiempo para cuidado personal y ocio, y es crucial considerar cómo este tiempo adicional podría influir positivamente en su rendimiento profesional.

Adoptar este modelo de trabajo representa un cambio cultural significativo que va más allá de la simple reorganización del tiempo laboral. Es una transformación hacia una valoración más justa del esfuerzo humano, que beneficia la eficiencia empresarial y mejora la calidad de vida de los empleados. Este enfoque no solo va a ser esencial para mantenerse competitivo en el mercado actual, sino que también responde a las demandas contemporáneas de un equilibrio trabajo-vida más saludable.