El reclutamiento es una de las funciones más importantes de la gestión de recursos humanos, ya que se encarga de atraer, seleccionar y contratar a los candidatos más adecuados para cubrir las vacantes de una organización. En este sentido, existen dos métodos principales de reclutamiento tradicional vs reclutamiento digital.
Sin embargo, el reclutamiento no es una tarea fácil, ya que implica una serie de procesos, herramientas y estrategias que deben adaptarse a las necesidades y objetivos de cada empresa. Ambos tienen sus ventajas y desventajas, y su elección dependerá de diversos factores como el tipo de puesto, el perfil del candidato, el presupuesto disponible y el tiempo requerido.
A continuación, analizaremos las características, beneficios y retos de cada uno de estos métodos, y te daremos algunos consejos para que puedas elegir el más conveniente para tu empresa.
¿Qué es el reclutamiento tradicional?
El reclutamiento tradicional es aquel que se basa en el uso de medios físicos o impresos para difundir las ofertas de empleo, tales como periódicos, revistas, carteles, folletos o ferias de trabajo. También incluye el contacto directo con los candidatos a través de llamadas telefónicas, correos electrónicos o entrevistas presenciales.
El reclutamiento tradicional tiene algunas ventajas, como:
- Permite establecer una relación personal y cercana con los candidatos, lo que puede generar confianza y compromiso.
- Facilita la evaluación de aspectos como la comunicación no verbal, la actitud o la presencia física de los candidatos, que pueden ser relevantes para algunos puestos.
- Alcanza a un público más amplio y diverso, ya que no requiere de acceso a internet o a dispositivos tecnológicos.
Sin embargo, el reclutamiento tradicional también presenta algunos inconvenientes, como:
- Tiene un alto costo económico y ambiental, debido al uso de papel, tinta, transporte y otros recursos materiales.
- Consume mucho tiempo y esfuerzo, tanto para los reclutadores como para los candidatos, ya que implica desplazamientos, esperas y trámites burocráticos.
- Tiene una baja eficiencia y efectividad, ya que genera una gran cantidad de solicitudes que deben ser revisadas manualmente y que pueden no cumplir con los requisitos mínimos.
¿Qué es el reclutamiento digital?
El reclutamiento digital es aquel que se apoya en el uso de medios digitales o virtuales para difundir las ofertas de empleo, tales como páginas web, redes sociales, plataformas especializadas o aplicaciones móviles. También incluye el contacto con los candidatos a través de mensajes instantáneos, videollamadas o pruebas en línea.
El reclutamiento digital tiene algunas ventajas, como:
- Tiene un bajo costo económico y ambiental, ya que reduce el uso de recursos materiales y optimiza el uso de recursos tecnológicos.
- Ahorra tiempo y esfuerzo, tanto para los reclutadores como para los candidatos, ya que permite realizar los procesos desde cualquier lugar y en cualquier momento.
- Tiene una alta eficiencia y efectividad, ya que permite segmentar el público objetivo, filtrar las solicitudes automáticamente y evaluar las competencias digitales de los candidatos.
No obstante, el reclutamiento digital también tiene algunos desafíos, como:
- Dificulta establecer una relación personal y cercana con los candidatos, lo que puede generar desconfianza o desinterés.
- Complica la evaluación de aspectos como la comunicación no verbal, la actitud o la presencia física de los candidatos, que pueden ser relevantes para algunos puestos.
- Exige tener acceso a internet y a dispositivos tecnológicos, tanto por parte de los reclutadores como de los candidatos.
¿Cómo elegir entre estos tipos de reclutamiento?
Como hemos visto, ambos métodos tienen sus pros y sus contras. Por lo tanto, no existe una respuesta única o definitiva sobre cuál es mejor. Lo más recomendable es analizar las características de cada caso y elegir el método que mejor se adapte a las necesidades y objetivos de la empresa.
Algunos aspectos que se pueden considerar entre el reclutamiento tradicional vs el reclutamiento digital:
- El tipo de puesto: algunos puestos requieren de habilidades o conocimientos específicos que pueden ser más fáciles de evaluar con un método u otro. Por ejemplo, para un puesto de programador, puede ser más conveniente usar el reclutamiento digital, ya que permite aplicar pruebas técnicas en línea. En cambio, para un puesto de vendedor, puede ser más adecuado usar el reclutamiento tradicional, ya que permite observar el trato con el cliente.
- El perfil del candidato: algunos candidatos pueden tener preferencias o limitaciones que pueden influir en su participación o rendimiento en un método u otro. Por ejemplo, algunos candidatos pueden sentirse más cómodos o seguros usando medios digitales, mientras que otros pueden preferir medios físicos o impresos. Asimismo, algunos candidatos pueden tener mayor o menor acceso a internet o a dispositivos tecnológicos.
- El presupuesto disponible: algunos métodos pueden tener un mayor o menor costo económico, dependiendo de los recursos que se utilicen o se ahorren. Por ejemplo, el reclutamiento digital puede ser más barato que el reclutamiento tradicional, ya que reduce el uso de papel, tinta, transporte y otros recursos materiales. Sin embargo, también puede implicar una inversión en software, hardware o servicios digitales.
- El tiempo requerido: algunos métodos pueden ser más rápidos o lentos, dependiendo de los procesos que se realicen o se simplifiquen. Por ejemplo, el reclutamiento digital puede ser más rápido que el reclutamiento tradicional, ya que permite realizar los procesos desde cualquier lugar y en cualquier momento. Sin embargo, también puede generar una mayor competencia o saturación de solicitudes.
Conclusión
El reclutamiento es una actividad clave para el éxito de una organización, ya que determina la calidad y el potencial del capital humano. Por ello, es importante elegir el método más adecuado para cada caso, considerando las ventajas y desventajas de cada uno.
El reclutamiento tradicional vs reclutamiento digital son dos métodos que tienen sus fortalezas y debilidades, y su elección dependerá de factores como el tipo de puesto, el perfil del candidato, el presupuesto disponible y el tiempo requerido. Lo ideal es combinar ambos métodos y aprovechar lo mejor de cada uno, creando una estrategia híbrida y flexible que se adapte a las necesidades y objetivos de la empresa.
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