La perseverancia en la disciplina laboral no solo depende de nuestra voluntad y esfuerzo, sino también de algunos factores que pueden facilitarla o dificultarla. Estos factores pueden ser internos, es decir, que dependen de nosotros mismos, o externos, es decir, que dependen del entorno o de otras personas.

Entre los factores internos, se encuentran los objetivos que nos planteamos, que deben ser claros, específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales (SMART), para que nos sirvan como guía, como motivación y como medida de progreso. Además, los objetivos deben ser desafiantes, pero realistas, para que nos estimulen a esforzarnos sin frustrarnos.

Otro factor interno es el feedback que nos damos a nosotros mismos, que debe ser oportuno, frecuente, constructivo y equilibrado, para que nos ayude a mejorar, a reconocer nuestros aciertos y a corregir nuestros errores. Asimismo, el feedback debe ser específico, basado en hechos y orientado a soluciones, para que nos indique qué hacer y cómo hacerlo.

Un tercer factor interno es la actitud que tenemos frente a nuestro trabajo, que debe ser positiva, proactiva y resiliente, para que nos permita enfrentar los retos y las adversidades con optimismo, iniciativa y flexibilidad. Igualmente, la actitud debe ser responsable, autónoma y eficiente, para que nos haga cumplir con nuestras obligaciones y responsabilidades con calidad y puntualidad.

Entre los factores externos, se encuentra el apoyo que recibimos de otras personas para realizar nuestro trabajo. El apoyo puede ser de tipo material, como recursos, herramientas o infraestructura; de tipo técnico, como asesoría, capacitación o supervisión; o de tipo emocional, como ánimo, confianza o reconocimiento. El apoyo debe ser adecuado, suficiente y accesible, para que nos facilite el trabajo, nos resuelva las dudas y nos refuerce la autoestima.

Otro factor externo es el feedback que nos dan los demás sobre nuestro desempeño y nuestros resultados. El feedback debe ser oportuno, frecuente, constructivo y equilibrado, para que nos ayude a mejorar, a reconocer nuestros aciertos y a corregir nuestros errores. Asimismo, el feedback debe ser específico, basado en hechos y orientado a soluciones, para que nos indique qué hacer y cómo hacerlo.

Estos factores influyen en la perseverancia en la disciplina laboral porque nos permiten mantener el foco en nuestros objetivos, la motivación por nuestro trabajo, la confianza en nuestras capacidades y el aprendizaje continuo. Por lo tanto, debemos tenerlos en cuenta y gestionarlos adecuadamente para perseverar en la disciplina laboral.

¿Cómo desarrollar y mantener la perseverancia en la disciplina laboral?

El primer punto para lograrlo es planificar el trabajo. Esto implica organizar las tareas, los recursos, los tiempos y los responsables que se requieren para alcanzar los objetivos. Al planificar el trabajo, tenemos una visión clara, ordenada y realista de lo que tenemos que hacer, cómo tenemos que hacerlo y cuándo tenemos que hacerlo. Además, podemos anticipar los posibles problemas, riesgos y contingencias que puedan surgir, y establecer las medidas preventivas o correctivas necesarias.

Otro punto importante es priorizar el trabajo, estableciendo el orden de importancia y urgencia de las tareas que tenemos que realizar. Al priorizar el trabajo, nos enfocamos en lo más relevante y trascendente para alcanzar los objetivos, sin distraernos ni dispersarnos con lo menos significativo o secundario.

El tercer consejo es monitorear el trabajo. Esto consiste en verificar el avance y los resultados del trabajo que estamos realizando. Al monitorear el trabajo, evaluamos si estamos cumpliendo con los objetivos, los plazos y los estándares de calidad establecidos, así como identificamos las fortalezas y las debilidades de nuestro desempeño. Además, ajustamos o modificamos el plan de trabajo cuando sea necesario, para corregir las desviaciones o aprovechar las oportunidades que se presenten.

De igual forma, debemos reconocer y valorar el esfuerzo y los logros que hemos obtenido con nuestro trabajo. Al celebrar el trabajo, nos sentimos orgullosos de nosotros mismos, de nuestro equipo y de nuestra organización, así como compartimos nuestra alegría y satisfacción con los demás.

El quinto consejo es mantener el foco, la motivación, la confianza y el aprendizaje. Estas son cuatro actitudes clave para perseverar en la disciplina laboral. El foco nos permite concentrarnos en nuestro trabajo, sin perder de vista los objetivos que queremos alcanzar.

La motivación nos permite mantener el entusiasmo, la pasión y el compromiso con nuestro trabajo, sin aburrirnos ni desanimarnos. La confianza nos permite creer en nuestras capacidades, en nuestro trabajo y en nuestros resultados, sin dudar ni temer. El aprendizaje nos permite estar al día, innovar y adaptarnos a los cambios que se producen en el entorno laboral, sin estancarnos ni conformarnos.

Estos son algunos consejos para desarrollar y mantener la perseverancia en la disciplina laboral. Esperamos que te sean útiles y que los pongas en práctica. Recuerda que la perseverancia es un reto que vale la pena asumir, ya que nos hace más competitivos, más colaborativos y más felices.

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